Ginas Amor 4

Antes de que se diera cuenta de lo que le hab?a pasado, ya le hab?a vendado los ojos en el pasillo con mi bufanda de seda. Tom? sus manos e inmediatamente comenc? a atarlas delante de su cuerpo con una cuerda de mi bolso. Lo llev? a la sala y lo puse en mi cama. Antes de que pudiera decir nada, presion? la parte superior de su cuerpo contra el colch?n y fij? sus manos atadas al lado opuesto del armaz?n de la cama, de modo que ahora yac?a a salvo en su cama frente a m?.
Dari estaba sorprendentemente callado. Lo hab?a tomado completamente por sorpresa con mi acci?n. Le quit? los zapatos y los calcetines antes de empezar a dejar que mis dedos tocaran suavemente su cintura. Le quit? los pantalones y las bragas. Con las manos atadas a la cama y los ojos vendados, ahora s?lo estaba acostado frente a m?, vestido con su camiseta. Cuidadosamente le abr? las piernas y las at? a la cama con dos cuerdas m?s en esta posici?n. Estaba indefenso y a mi merced, como yo quer?a que estuviera.